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Elemento Fuego en tu creación



Si el elemento fuego significa el origen, la fuerza inicial de todo, entusiasmo etc. ahora en el proceso de creación de lo que queremos, evidentemente denotará este elemento el qué es aquello que queremos. Es decir cual es el resultado de lo que perseguimos.


Esto puede parecer obvio, todos creemos que sabemos siempre lo que queremos y el problema es saber el cómo lograrlo, pero en realidad no es tan simple.


El primer problema a abordar es saber realmente lo que queremos. Y hemos puesto en negrita la palabra “realmente” porque muchos de los deseos que nos vienen a la cabeza en realidad no son deseos nuestros, son deseos de nuestro entorno, de la matrix, de eso que hemos hablado en el punto anterior de “el elemento éter” .


Por ejemplo lo primero que a muchos pasa por la cabeza si pudiéramos tener lo que deseamos es tener dinero. Pero en realidad el dinero es una ficción, un montaje, una entelequia. Yo creo que un billete de 500 euros es más importante que una docena de huevos porque creo que si voy a una tienda a comprar un traje me darán un buen traje por ese trocito de papel violeta. A su vez el dueño de la tienda ha cambiado una americana estupenda por un papelito que pone 500 € porque cree que si va con ese papelito a una tienda de electrodomésticos le darán por él una nevera, por ejemplo. Y el dueño de esa tienda a su vez cambia esa fantástica nevera por un papel porque cree que si va con esos papelitos a un concesionario de automóviles le darán un coche. Y así la cadena es interminable.


En resumen el dinero tiene su realidad en que todos aceptamos que representa algo, el dinero tiene valor porque acordamos entre todos que lo tenga. La razón por la cual los gobiernos apoyan a los bancos que están en quiebra en lugar de apoyar a los ciudadanos que tienen problemas es para que ese “montaje” de lo que es el dinero se mantenga. Es decir a los gobiernos que una familia se arruine le importa muy poco, que el sistema económico de lo que representa el dinero caiga, eso sí le importa mucho. El dinero surgió como medio de intercambio de mercancías pero actualmente la masa monetaria es muy superior a los bienes que hay en todo el mundo. Antes al menos había un patrón oro pero desde hace muuuchos años esto ya no es así, de manera que el dinero representa un valor porque todos estamos de acuerdo que lo tenga, pero en realidad el valor de una docena de huevos es muy superior pues al menos con ellos puede hacerse una tortilla mientras que esos papelitos violetas no sirven por si mismos para nada.


¿Porqué es tan habitual desear dinero? Porque esa matrix, ese entorno, nos ha dicho que con dinero no hay problemas y creemos que es así. Pero de nuevo esa matrix nos engaña, porque el dinero en realidad no soluciona los problemas, los cambia por otros. Un año un periódico hizo un seguimiento sobre personas a quienes les tocó la lotería y precisamente el cuadro no es demasiado envidiable. El transportista agraciado montó una empresa de transportes y él que era bueno llevando un camión no lo era llevando una empresa, otros tuvieron problemas con la familia que continuamente pedían a los parientes “ricos” que les ayudasen, otros fueron estafados etc. Si quiere ver los problemas nuevos que puede cambiar por los antiguos con dinero ponga una herencia grande en una familia bien avenida. No es que el dinero no da la felicidad, es que son conceptos independientes. Lo que se quiere decir aquí es que el dinero no es la base a un deseo, es una creencia de la matrix su importancia.


Ahora bien puede ser que alguien me diga que si tuviera dinero entonces podría viajar. Estupendo. Pero entonces el deseo NO es el dinero, el deseo es viajar y para viajar hay muchos métodos, desde hacerse de la marina mercante, a guía turístico, a comercial exportador, etc. Pero repetimos, el deseo en realidad en este caso sería viajar.


Pero podemos ir más lejos: ¿ porqué queremos viajar? En general por dos razones: para ver cosas nuevas y porque viajando somos libres, mucho más que en nuestro entorno inmediato. En el primer caso entonces el verdadero deseo es “descubrir” y eso también puede hacerse de muchas maneras y en el segundo, el que persigue la libertad del viaje, también. Sólo que esa matrix, ese entorno, no nos deja maravillarnos por que tenemos a nuestro alcance y muchos menos ser libre en el marco en que vivimos. Para que no parezca que esto es una idea sacada de la manga vamos a ver una frase de ese gran libro escrito en el 600 a J.C., que es el Tao Te Ching, que nos dice:


No necesitas cruzar la puerta para conocer el mundo entero,
No necesitas asomarte a las ventanas para conocer el camino del Cielo,
Por eso el Sabio cuanto más viaja menos sale.


Es decir todo aquello que en el fondo perseguimos está dentro nuestro, sólo que no lo queremos ver porque la matrix, el entorno, nos dice que las cosas son exteriores cuando la verdad es que las cosas son en función de nuestro interior y si queremos que nuestra vida sea regida por lo que realmente queremos que sea, es preciso darnos cuenta de esto.


Una puntualización. Si estamos hablando de qué es lo que deseamos para crear nuestra realidad, el deseo no puede afectar a otro, pues eso es inmiscuirse en su realidad, es decir en la realidad del otro. Por ejemplo puede ser muy loable que su deseo sea que su hijo sea ingeniero, pero es su hijo quien debe decidir lo que quiere ser / hacer. Otra cosa es inmiscuirse en su vida. En este ejemplo parece muy obvio que debemos dejar que cada persona estudie lo que quiera, peor hay muchísimos casos en que nuestros deseos se depositan en alterar el actuar de otros.


Por ejemplo es normal que las madres deseen lo que ellas piensan que es bueno para sus hijos, pero a partir de cierta edad son estos quien deben decidir lo que hacen y aunque eso que realicen parezca un grave error, ese error es parte de la evolución del hijo a nivel humano, de manera que desear por otro es tan erróneo e inútil como permitir que el entorno decida sobre mí. Recomiendo que se vea el cuento “saber esperar” en donde de manera fácil se explica la necesidad de dejar a cada uno con su labor.


Por otra parte la matrix muchas veces nos lleva al deseo de la comparación. Por ejemplo cuando pensamos “mi deseo sería ser campeón de tenis” Eso tampoco es un deseo nuestro, pues supone compararnos con otros, con algo ajeno a lo que somos nosotros. Lo correcto sería desear “jugar bien al tenis” o quizá mejor aún “disfrutar del tenis”. El ganar o perder es algo externo por lo tanto algo a no considerar en nuestro planteamiento


¿Qué es lo que realmente desea? ¿lo que desea en profundidad, no lo que externamente puede pensar que debe desear?


No es una respuesta fácil, pero es el principio de todo.




Que la Fuerza le acompañe



Juan Pedro


continua en el punto elemento tierra

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