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Principio de vibración


El tercer principio del Kybalion, podemos verlo desde un doble punto de vista: como mensaje que todo se mueve y que existen “niveles” vibratorios en los que se manifiesta el universo. Veremos ambos desde un punto de vista práctico.


En primer lugar se nos está diciendo que todo vibra, es decir que nada está quieto en el universo. Entender esto con la razón es fácil, llevarlo a nuestra mente (de la que se ha hablado en el principio del mentalismo) es decir a nuestro auténtico interior, no lo es tanto.


Los humanos vivimos buscando siempre una seguridad, una estabilidad que simplemente no existe en el universo, es decir que es como buscar algo que va contra las leyes que, según nos dice Hermes Trismegistro, rigen el universo. Nosotros queremos una pareja para siempre, un trabajo para siempre, una casa siempre, el amor para siempre etc pero como todo está en perpetuo cambio eso no sucede y cuando vivimos en la inestabilidad entonces sufrimos. Sufrimos por no comprender eso tan simple que todo cambia. Pero hay que entender lo que se quiere exponer aquí, no estamos diciendo que no puede haber una pareja pro ejemplo para toda la vida, lo que queremos decir es que la relación no puede ser igual con el paso de los años. Ambos cónyuges cambian, pues ambos tienen que cambiar. La raíz del perdón y aún más del perdón a uno mismo puede buscarse en ese permanente cambio. Si otros me han hecho daño, o yo mismo he hecho daño a otros, continuar con el rencor no es práctico pues la persona que nos hizo eso ya no es la misma que la que es ahora de manera que odiar es un acto injusto.


Cuentan que a Buda un hombre fue una mañana a insultarlo y hasta le escupió en la cara. Días después, cuando otros le convencieron de su mala acción y se convirtió en un seguidor más fue a pedirle perdón al Buda, quien le respondió: “tu no eres ese hombre que me escupió, ahora eres otro, ahora no hay odio en ti, ya no eres un hombre con rabia, por lo tanto no tengo nada de que perdonarte” Es decir no estamos frente a un caso de condescendencia o de bondad al perdonar, estamos ante un caso en que Buda nos indica que no es posible perdonar pues no hay nada que perdonar, lo cual es distinto a la idea de superioridad que adopta quien pretende ser misericordioso.


Algo parecido pasa con nuestros actos. Usted puede lamentar haber actuado de una manera pero ahora es otro por lo tanto ya no tiene nada que ver con aquel que actuó de la forma que lamenta haber realizado. Al respecto oí una vez una frase “canalizada” de Jesucristo que a una persona arrepentida de lo realizado en otras existencias dijo: “perdónate, porque yo te he perdonado” en consecuencia en un mundo cambiante nada es comparable de manera que nada justifica llevar el peso de la culpa hacia uno mismo o del odio hacia los demás.


En el mundo material pasa lo mismo. Todo cambia y como queremos permanecer en una posición estable esos cambios no nos gustan y hablamos de crisis.


Si vive la vida sabiendo que todo vibra, que todo se mueve, logrará vivir sin apegos ni miedos, pues ninguno de esos conceptos tiene sentido si todo cambia, en consecuencia no hay que aferrase a nada, ni siquiera a uno mismo pues hasta nuestro cuerpo tiene fecha de caducidad.


Pero es que hay más, si buscamos que las cosas no cambien, como estamos yendo contra una de las leyes del universo, parece como si el universo se empeña en ponernos en las situaciones para que tengamos que vivir esas circunstancias y nos da siempre aquello que queremos evitar. Si se busca la estabilidad por el ahorro puede pasar que una inflación deje nuestros ahorros sin valor, si no queremos aceptar la globalización a todos los niveles acaba sucediendo que uno de la familia se casa con un negro por ejemplo, y así en todo. De manera que aquello que más odiamos, que intentamos que no suceda, es precisamente al impedir el cambio, lo que atraemos.


En consecuencia sea abierto pues aceptar el cambio no es un consejo, viene a ser una ley universal. De manera que: no se cierre y reme a favor de corriente.


Pero si observamos bien este principio no dice solo que todo se mueve, dice que todo vibra. ¿Y que hay que entender aquí por vibración, o nivel vibratorio?


Todo cuanto existe es manifestación de una fuerza espiritual, lo es usted, yo, el sol y mi caballo. Todo lo que existe tiene una entidad que decía Beltran Anglada, ahora bien no todo lo que existe está al mismo nivel, de la misma manera que no todas las enseñanzas en un colegio son del mismo curso. Esto no supone decir que hay un camino fijo como en el colegio sino que simplemente por ahora queremos decir que hay niveles. Los ángeles, arcángeles etc no están al mismo nivel que yo por ejemplo, cada uno está en su sitio en función de ciertas características que ahora no procede comentar. Pero en nuestra vida diaria sí que podemos subir de nivel vibratorio. Veamos el porqué debemos hacerlo y como.


Los niveles vibratorios mas bajos corresponden a lo más denso, digamos incluso a lo más material. Si estamos anclados a ese nivel la vida nos ofrecerá pocas probabilidades para realizarnos, pues en realidad todo lo que vale la pena no es material. El dinero es necesario claro está pero con él no se pueden tener amistades verdaderas, ni asegurarse la salud, ni la felicidad familiar, ni nada de eso, mas bien al contrario. Si quiere ver una familia peleada ponga una buena herencia de por medio y verá. Si usted es millonario ¿cómo puede saber si su pareja está con usted por su forma de ser o por su dinero? Y casos así hay muchos. Los artistas de cine están forrados pero la mayor parte viven vidas muy infelices.


En nuestra vida diaria hay actitudes y acciones que nos bajan de nivel vibratorio y otras que nos lo suben. Por ejemplo lo que más baja el nivel es la tristeza, la falta de fe, la pérdida de confianza en lo que somos (hijos de Dios), y sobre todo el egoísmo, es decir pensar en uno y solo en uno mismo. Hasta la propia crisis material, económica, es producto de ese miedo que se extiende como una cadena. Si yo no me cambio el coche porque “ahora no es el momento” quien vende coches no podrá comprar mis libros, y yo no podré comprar una tele y el vendedor de teles no podrá … y así la historia se hace interminable. Pensar sólo en uno puede parecer habitual pero no es inteligente, el problema es de todos y sólo entre todos se arregla.


Hay personas que se quejan de su mala suerte, que a un problema le sigue otro. Lo que sucede a esta gente es que no han sabido salir de su bajo nivel vibratorio y en consecuencia tienen que vivir con ese mundo y sus problemas. De manera que por un acto práctico hay que recomendar subir de nivel, para vivir mejor. Eso no quiere decir tener más, sino ser más felices.


Hay muchas escuelas que hablan de formas para hacer eso y comúnmente se centran en prohibiciones: no beber alcohol, no comer carne, no tener sexo, no blasfemar, no ir a ciertos lugares etc. En consecuencia para subir el nivel proponen lo contrario, es decir ser vegetarianos, ir a lugares de poder, practicar cultos y ser devotos etc. No diremos que todo ello no sea efectivo, pues no somos nadie para juzgar creencias ajenas, pero la mejor manera para subir el nivel vibratorio es más simple que eso de no comer carne, basta con ocuparse de los demás. Cuanto más se interesa usted por otro mas sube su nivel y eso está al alcance de cualquiera, no hace falta ser chamán, ni sacerdote ni nadie especial, basta con ser capaz de poner un poco de amor en su quehacer diario. Aléjese de sí mismo y por arte de magia el Universo le dará mil por uno lo que ha dado, no porque usted quiso invertir como se hace a nivel material, sino porque es el resultado de situarse en otro nivel vibratorio.


Pero hay otra manera aún más fácil quizá de subir de nivel, nos estamos refiriendo a la FE. Cuando todo va mal, tenga fe que es por algo, aunque no lo entienda, aunque no le guste, tenga fe. Al respecto le recordamos que lea este mensaje y escuche esta canción .


Pero con la fe lo que sucede en nuestras vidas es como ese historia que dice:


- un hombre está buscando aparcamiento en el centro de su ciudad, pero le es imposible. El hombre está desesperado. De manera que al final dice: “Dios, si me das un sitio para aparcar te prometo que no volveré a discutir con mi pareja, no gritaré a mis hijos, ayudaré a los pobres, no hablaré mal de mis empleados...” y de repente el hombre encuentra un sitio magnífico para aparcar y dice “ Dios, no busques más que YO ya he encontrado un sitio” –


Nosotros hacemos lo mismo, somos incapaces de darnos cuenta que las circunstancias que arreglan las cosas proceden de otro plano. No es un ángel con una espada de fuego quien va a venir a solucionarnos las cosas, pero la Fe, la confianza, si que mueve montañas.


Los humanos que más altos están en nivel vibratorio son los llamados iluminados o en nuestra cultura católica tradicional los santos. Su nivel ¿les solucionaba materialmente su existencia? Quizá no pero estaban en un nivel que ni el ataque a su cuerpo les afectaba. Estaban tan por encima de la vibración del cuerpo denso que San Lorenzo fue capaz de decir a su verdugo: “ya estoy asado de un lado. Ahora denme vuelta para que termine de asarme por el otro.” Y efectivamente fue volteado.


Quizá no todos podamos llegar a este nivel que supera el propio cuerpo y su dolor pero vale la pena subir nuestro nivel vibratorio para vivir mejor a través de dos simples herramientas: amar mas y tener más fe.



Que la Fuerza le acompañe,



JP


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