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Posiciones ante la vida



Érase una vez, en un lejano país llamado Khachaturian, vivía la más linda princesa que cualquier cuento de hadas podrá nunca llegar a describir: la princesa Noeliova. Debido al color de sus cabellos rojizos era conocida en la región con el sobrenombre de „ la princesita de los cabellos de fuego „ o también cómo „ la princesa de los ojos alegres „ pues parecía tener el don de hacer que nadie que estuviese a su lado pudiese estar triste, apesadumbrado o melancólico ya que la fuerza de su sonrisa, la luz de su mirada y los reflejos de su cabello hacían imposible que la tristeza reinarse alrededor suyo.


Todos los príncipes de las inmediaciones, toda la nobleza del reino, todos los caballeros de la corte , hacían promesas al cielo, ¡ a cual más osada !, para conseguir el regalo de su amor. Los trovadores componían los más hermosos y delicados versos ensalzando su belleza, los guerreros llevaban en sus espadas las iniciales de su nombre y se sentían con ello invencibles, y los aventureros buscaban consagrar sus hazañas para gloria de su idolatrada criatura. Todos reconocían así que Noeliova era un ser especial, pero por el momento el corazón de Noeliova no albergaba a ninguno de sus admiradores, pues era la princesa un ser sensible y así su gran amor era ... el arte. Arte en todas sus formas y todas sus expresiones, en todo lugar y en todo momento, arte, siempre arte y el deseo por alcanzarlo parecía ser el objetivo de su vida.


Por fin había llegado la primavera y para festejarlo, se celebraba el festival de las artes. Durante unos días todas las manifestaciones artísticas, no solo del reino sino de todas las tierras colindantes, iban a manifestarse libremente buscando tan solo mostrar los sentimientos, buenos o malos, confusos o claros, de amor o de odio, de risa o de pena, de todos aquellos hombres y mujeres a los que otros hombres y mujeres daban el sobrenombre de artistas. Pero había algo más importante, aquella noche iba a celebrarse la gran gala en palacio y tras la representación se iba a dar una cena con todos los artistas que habian intervenido en ella. Noeliova podría conocer personalmente a esos cantantes, poetas, bailadores, músicos y demás, les podría hablar, verlos, demostrarles su admiración y pedirles consejos para ser cómo ellos. Noeliova sin duda no se iba a perder ni un instante de aquella maravilla pero lo que ignoraba ella era que muchos de los caballeros que asistían a aquel acto tendrían sus miradas puestas más en el rostro de la princesa que en las representaciones, en especial el poderoso Conde de Psseeburgo de quien el pueblo decía que llegaría a ser el futuro esposo de Noeliova.


La gran gala comenzó con los cantos de la soprano. Su actuación fue tan genial que levantó de sus asientos al público, en especial a la princesa cuyo rostro reflejaba el estar viviendo un momento único. Luego llegó el turno al ballet, y la expresión de los movimientos de la gran bailarina en su danza dejaron boquiabiertos a todos los espectadores; y finalmente fue el turno de la poetisa quien leyó sus últimos versos, y era tal la belleza de los mismos, que Noeliova no pudo evitar derramar lagrimas por su rostro. Pero la verdadera fiesta todavía no había empezado, lo mejor vendría en la cena de gala donde todos los artistas iban a demostrar ser de carne y hueso, cómo los demás humanos.


Noeliova se acercó a hablar a la soprano y le dijo :


- no sabe cuanto le admiro, es realmente fantástica.


- Oh, no, nada de eso, es practica llevo cantando desde los diez años.- respondió la cantante con humildad cierta.


- de ninguna manera, su voz es un regalo del cielo - replicó la princesa


- si te dedicases durante diez horas al día durante diez años también cantaríais así


- no, yo nunca, Dios no me dio ese don. Para cantar así hay que nacer especial y claro yo no nací cómo Usted.


- Te equivocas, si persigues algo que deseas, si lo persigues con fuerza y entrega, si realmente estás dispuesta a luchar por lograrlo, el cielo siempre acaba por hacerte el regalo, solo que por lo general solo se ve el regalo en sí mismo y no en el trabajo que se ha tenido que hacer para ser merecedor del él.- le dijo la soprano desde el fondo de su corazón pues creía en lo que había dicho.


- No, no que va, yo nunca podría cantar así, por más que me quiera hacer creer lo contrario - respondió la princesa mientras le alargaba una caja diciéndole :- A propósito, ¿ le apetece un cigarrillo de la lejana Cubagrado ?


- Nunca, - respondió enojada la soprano - ¡ eso destruiría mi voz !


- Pues bueno cómo yo no tengo el don de cantar si que tomaré uno.- dijo Noeliova mientras empezaba a fumar y dejaba a su admirada interlocutora en busca de otro artista con quien intercambiar ideas.


Esta vez le llegó el turno de conversar con la bailarina, y el diálogo fue parecido al anterior.


- Es increíble cómo se mueve al son de la música, cómo su cuerpo interpreta el sonido, cómo la idea que quiere representar se transforma en movimiento. - dijo la admirada princesa.


- Si, hay que sentir la música en el cuerpo, pero bueno eso se desarrolla cómo todo en la vida.- respondió


- daría tanto por poder bailar cómo Usted, pero eso es imposible para mi.


- Es cuestión de intentarlo, recuerda el proverbio „ si quieres puedes „- contestó la bailarina


- Ja ! - exclamó Noeliova - con mi cuerpo es imposible, fíjese que final de espalda más grande tengo. - Y se giró de espaldas hacía su interlocutora para mostrárselo.


- Pues no veo nada anormal en ello, seguro que a muchos hombres les gustaría - y soltó una breve risita compartida por la princesa. Entonces dejando la conversación ofreció a la bailarina unos canapés de queso de cabra muy sabrosos a lo que esta exclamó:


- No, gracias, no, comer eso destruiría mi figura -


- Pues bueno, yo si que lo tomaré ya que no puedo bailar. - y dicho esto se alejó a hablar con otro invitado.


Esta vez fue con la poetisa con la que empezó una conversación similar a las anteriores.


- Es Usted genial, tiene una sensibilidad enorme, juega con las palabras expresando los sentimientos cómo nadie es capaz de hacer. Dios mío cómo me gustaría ser cómo Usted. -


- Puedes, de veras que puedes expresar los sentimientos tan bien cómo cualquiera - respondió la poetisa.


- ¡ Oh, no !, - exclamó Noeliova un tanto enojada - por favor no me diga eso de „ si quieres puedes „ porque no es verdad, yo no he nacido así y además eso ya me lo han dicho la gran soprano y la gran bailarina, y yo no puedo ni aunque quisiera. -


- Tu has nacido del vientre de una madre cómo he nacido yo, así que puedes hacer lo que cualquier otro sea capaz de hacer, pero aquí hay que recordar que en la vida para bailar, cantar, escribir, o hacer cualquier cosa cómo dice el proverbio de mi tierra „ si no lo crees no lo ves „. - replicó la poetisa


- Perdone pero yo tengo que ser consciente de mis limitaciones. - y dicho esto la princesa salió a dar un paseo para refrescar sus ideas.


- Es raro, - se dijo para sí misma - es curioso que las tres artistas me han venido a decir lo mismo, ninguno se considera especial, no sé si será modestia o bien es que no se dan cuenta del don que les ha dado la vida y que a mí me ha negado. -


Y mientras tenía estos pensamientos paseaba por los rosales de palacio. Nadie había en ellos, tan solo un humilde jardinero que estaba practicando injertos en busca de su obra maestra. Caminando entre pasillos de rosas vio entre los matojos una vieja lampara de aceite.


- La típica lámpara de cuento de hadas - pensó - solo faltaría que si frotase saliese el genio, según los artistas el deseo es el principio de todo - dijo para si misma en voz alta, e inconscientemente frotó con su manga la superficie.


Y cómo la princesa era un ser mágico, la lampara también lo fue. Y apareció un genio digno de cuento de hadas que le dijo:


- Pídeme tres deseos y serán tuyos -


Noeliova estaba aturdida de lo ocurrido, nunca había creído en nada así y ahora lo estaba viviendo, quizá era cierto eso de creer para ver, quizá el regalo que ella consideraba que el cielo le había negado ahora aparecía con otra forma. Quizá con ese genio podría llegar a abrazar la esencia del arte. Y de pronto el temor se transformó en decisión y dijo en voz clara y firme dijo:


- Quiero poseer la voz hermosa para cantar las más bellas arias, el cuerpo más grácil para representar los ballets más sentidos, la sensibilidad más acusada para escribir las poesías más sentimentales, pero ... claro - dijo la princesa dejando que su mundo racional se adueñase de su Alma - eso ni siquiera un genio podría conseguirlo.


A lo que el genio añadió :


- Tus deseos son ordenes para mí, si tu dices que ni siquiera un genio puede concedértelo este genio no te lo concederá - y tras ello la figura del genio se introdujo de nuevo en la lampara.


„ ¡ Dios mío ! , que he hecho „ pensó Noeliova.
„ ¡ Dios mío ! , que ha hecho „ pensó el jardinero que había presenciado el encuentro de la princesa con el genio.


„ Debo de estar soñando, quizá es el efecto del vino que he bebido que se me ha subido a la cabeza, será mejor que vuelva a la fiesta, me divierta, y olvide este absurdo sueño de genios que regalan dones con los que hay que nacer „ , pensó Noeliova. Pero tan pronto cómo alzó la vista del suelo vio al jardinero que le miraba fijamente, cómo sorprendido.


Entonces le vinieron ganas de preguntarle por lo que había visto, claro que era absurdo, pues todo había sido producto de su imaginación pero aun así le mordía la curiosidad y dijo cómo quien no quiere la cosa :


- perdón buen hombre ¿ ha visto a alguien por aquí además de a mí en los últimos cinco minutos ?


- No milady, aquí desde hace dos horas solo he visto a Usted y a ... al genio


- ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ QUEEEEEEE ??????????????? - preguntó muy sorprendida la princesa.


- Si, fue real - respondió el jardinero que entendía desde el principio el origen de la pregunta a pesar del disimulo en su formulación.


Y entonces Noeliova se echó a llorar y corrió hacia la torre más alta del castillo buscando refugio. Todos los hombres de la fiesta oyeron los llantos de la princesa y su correr hacia la torre sin que nadie pudiese explicarse que es lo que le había llevado allí. El desconcierto de la fiesta fue tal que tuvo ésta que darse por suspendida. Nadie se explicaba que había pasado para que Noeliova llorase de esa manera tan desconsolada, nadie.


Los siguientes días todos los que pasaban por delante de la torre más alta del castillo podían oír los llantos de la princesa que estaba destrozada. El rey que tampoco entendía nada de lo ocurrido, pues ella no lo explicaba a nadie, había prometido que concedería la mano de su hija a aquel caballero que la liberase de su estado de depresión.


Y así fue cómo el poderoso Conde de Psseeburgo se dirigió hacia la torre donde estaba Noeliova. En su camino vio al jardinero cuidando una de sus rosas y le dijo :


- Tu, dame esa rosa y te daré 30 rumis (moneda oficial de Kachaturian) - dijo secamente el conde.


- No está a la venta - respondió el jardinero


- Te daré 100 rumis, ¿ que dices ahora?


- Lo mismo, que no está a la venta -


- ¿ Y si te doy mil rumis? - exclamó prepotente el Conde


- Ni la belleza ni el amor tienen precio - dijo en tono humilde el jardinero.


„ Miserable „ pensó para sí el caballero mientras abandonaba el lugar.



Al entrar en los aposentos de la princesa preguntó:


- ¿ que os pasa mi reina?, ¿ que puedo hacer para solventar vuestra pena?


- No lo entenderías, estuve a punto de cantar cómo una soprano, bailar cómo la mejor bailarina, componer versos, en definitiva abrazar el arte, es decir lograr mi sueño y todo lo perdí por la falta de fe en mis sueños.


Si eso es lo que queréis no lloréis más, pondré todo mi poder, todas mis riquezas en traeros a los mejores maestros, si quereis os interpretaran cada día las más hermosas representaciones en mi palacio, solo para ti, te rodeare de todo el arte que mi fortuna pueda comprar.No lo entendéis Conde, no podéis entenderlo, por favor retiraos. Y el Conde de Psseeburgo se fue aturdido sin entender que más podía ofrecerle para sacarle de ese estado.


Cuando había abandonado los aposentos de la princesa se presentó el jardinero con una simple rosa en la mano. Al verlo Noeliova dijo:


Al menos tu puedes entender lo que me pasa, no puedes solucionarlo pero me entiendes. Tu viste cómo mi falta de fe destruyó mis sueños y ahora no hay razón de vivir sin ellos una vez se han perdido. El genio no volverá.


- Se equivoca Milady. - ¿ Que quieres decir ? - exclamó la princesa extrañada - ¿ acaso puede volver el genio y darme la oportunidad de rehacer mi error ?


- No, el genio no puede volver.-


- ¿ entonces ? - dijo Noeliova que no podía comprender a que venia la presencia de ese jardinero.


- el genio no puede volver porque nunca se fue. El genio vive en vuestro interior, siempre ha vivido en vuestro interior aun cuando vos lo habéis negado, ocultado, escondido. Pero está allí dispuesto a despertar tan pronto cómo os decidáis a aceptarlo. El genio es parte del Alma por más que se niegue.


¿ Que pruebas tienes de eso ? ¿ porqué tengo que creer a un simple jardinero ?Por lo que ahora os entrego - y dicho esto alargó la rosa que llevaba entre sus manos y ocultaba en su espalda; era una rosa exactamente del mismo color que los cabellos de la princesa y de una hermosura nunca vista hasta entonces –


- Es preciosa - exclamó la princesa olvidándose de todo por un momento al contemplar la perfección de la flor - nunca he visto otra igual - dijo Noeliova.


Es única en su clase, la he bautizado con el nombre de Fosky que cómo ya sabe vos en Kachaturiano antiguo quiere decir „ portador de belleza „. Pero no se trata solo de una rosa más o menos bonita. Esta rosa es mi sueño: Mi genio interior, tras años y años de pruebas y fracasos en mis injertos, me ha dado el don de crear una rosa que ... no marchita nunca.


- Eso es imposible - dijo la princesa - todas las flores marchitan - Fosky no. Pasarán los años, vendrá el frío y el calor, y esta flor permanecerá igual que la veis ahora. Quizá era imposible antes, pero en vuestras manos tenéis la prueba que el genio no está en una lampara, está en el interior del Alma humana.


Y a partir de aquí la historia se divide en dos versiones distintas según la explican:


A-) Los habitantes de logicoburgo (los del Oeste de Kachaturian)


La princesa finalmente decidió casarse con el rico Conde de Psseeburgo quien empezó colmándole de representaciones artísticas de las que muy pronto se aburrió y a todo en su vida cuando le preguntaban que le parecía algo respondía diciendo:


- Pssee, no esta mal - Finalmente la princesa viendo que ya nunca alcanzaría sus sueños, abandonó estos y su paso por la vida fue de subsistencia, cubierta de oro, pero vacía. La riqueza exterior disimulaba su pobreza interna y desarrolló un pensamiento para justificar su situación.


B- ) Los habitantes de Coehloburgo (los del Este de Kachaturian)


La princesa finalmente decidió casarse con el jardinero. Se enamoró de él y de las flores que este producía y les cantaba hermosas canciones por ella misma compuestas para su crecimiento. A cada nueva creación de flor le escribía poemas y danzaba de alegría entre los rosales al verse rodeada de tanta belleza. Fue pobre materialmente, pero finalmente no fue ella la que abrazó el arte, sino el arte quien rodeó la vida de ella. Su sueño se había realizado.



El final escogido del cuento, cómo en todo, depende de la posición que se quiera adoptar frente a la vida y ... los sueños.




Que la Fuerza le acompañe,

Juan Pedro


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