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La formación del mago blanco 2/2


En el capítulo anterior vimos que una de las condiciones del mago blanco, y entendemos a este como aquel capaz de crear una realidad para el bien grupal no para su propia necesidad o ego (con independencia que estando bien “la parte” se mejore el estado del “todo”), es la de ser capaz de tener sus cuerpos, físico, emocional y mental, controlados, o armonizados, por la realidad superior de lo que es el ser humano, es decir Espíritu.


El Espíritu debe ser libre y si está atado por las exigencias del cuerpo material, de las emociones debocadas de la vida o del fluir de los pensamientos, no lo es. Entonces ahora, como continuación de ese principio viene la segunda condición del mago blanco: la de estar libre de conceptos doctrinales. Veamos que queremos decir con eso.


La primera imagen que se puede entender de ese concepto es la de apartarse de lo que dicen las creencias establecidas, que en su mayor parte son de carácter religioso. Ello parecería que se está en contra de las religiones y similares como si se fuera a impulsar un sentimiento anticlerical sea el clero de la creencia que sea. No es exactamente eso, no es que estemos en contra de doctrina establecida alguna, es algo un poco mas profundo. Las religiones surgen en sus inicios, antes que los poderes se adueñen de ellas, como llamadas a ver en la vida algo más que materia y responden a la realidad social en función del nivel de evolución de ese momento y lugar. Vamos a poner ejemplos. Si en la edad media se hablaba de los castigos del infierno era porque el nivel de conciencia de aquellos hombres precisaba la idea de castigo por las malas acciones para promover la recta actuación. De hecho siempre que se da una receta de comportamiento, y eso es común a todas las religiones, se debe a que es lo más fácil de seguir por parte de la masa poco evolucionada. Eso no quiere decir que la receta sea buena o mala, simplemente que es lo más adecuado de la misma manera que para los que no sabemos mucho de cocina las recetas son una ayuda fantástica para que salga algo comestible, pero quienes saben de cocina no las precisan, les basta su intuición de sabores para dar con las cantidades adecuadas a utilizar.


Quien pretende ser un mago blanco no puede estar aferrado entonces a una consideración doctrinal y repito aquí no se habla sólo de las religiones establecidas tales como cristianismo, judaísmo, hinduismo, budismo, islamismo etc. sino que nos referimos a cualquier enseñanza doctrinal del tipo que sea (teósofos, rosacruces, masones, etc.) La verdad, entendida como unidad, no está en ninguna doctrina sino que debe ser creada por el propio mago blanco, que para algo quiere llamarse mago. De manera que un creador no puede ser un seguidor. Quien intente evolucionar a nivel espiritual en base a las instrucciones de esta o aquella creencia está condenado a alcanzar un nivel medio, pero no el nivel superior, pues a ese nivel no se llega siendo seguidor sino siendo creador. Eso tiene un problema: es mucho más difícil ser el pionero del camino de tu alma que ser el seguidor de lo establecido por otros.


Ahora bien, esta libertad no se produce por desprecio, no es por el odio a las creencias que las dejamos, sino porque estas están ya superadas. Vamos a poner un ejemplo. Un estudiante de ciencias exactas, es decir de matemáticas a nivel universitario, probablemente para la resolución de sus cálculos use calculadora, no porque no se acuerde de cómo se suma sino porque al nivel de problemas con los que se enfrenta el saber sumar carece de importancia. Ha superado las reglas de cálculo, no es que no le gusten, es que está en un nivel diferente y ha superado el simple cálculo.


El mago blanco en realidad "renuncia" a la creencia en doctrinas, entendiendo esto como se explica en el punto el hindusimo que no se trata de renunciar a un bien para conseguir otro más alto, (eso seria invertir) se trata de renunciar a un bien cuando vemos que eso para mi ya no es un bien, ya no lo necesito, y para llegar a tal extremo es preciso un corazón puro, que es corolario de este abandono de la doctrina y necesario en el camino para ser mago blanco. Sobre este punto se tratará más en el siguente capítulo de este tema


Seamos así seguidores en la medida que lo precisemos pero tengamos la valentía de liberarnos de las consideraciones doctrinales cuando queramos volar por nuestra cuenta. Y ello incluye todo lo que se dice en esta web por supuesto.


Ahora bien, hay algo importante a añadir en esto. Esta liberación doctrinal no debe solo afectar a la doctrina externa sino también a las propias doctrinas que creamos nosotros para nosotros. Sino en vez de ser prisionero de concepciones ajenas seremos prisioneros de nuestro propio marco doctrinal. Si queremos evolucionar no podemos quedarnos fijos en nada, ni siquiera en lo que nosotros creemos en un momento o en la estructura de comportamiento que nos diseñamos. Quien se marca algo como definitivo se estanca, se pone rígido y entonces rompe con el principio del Espíritu que es evolucionar.


Pues en nuestra doctrina debemos ser capaces de no ser rígidos, porque sino nos estamos creando nosotros mismos nuestra propia cárcel. Y ¿hay algo mas absurdo que eso?


El mago debe ser libre y hasta que no se es libre tanto a nivel corporal (vea el capítulo anterior) como a nivel doctrinal no se puede llegar muy lejos. Liberemonos de las doctrtinas y de nuestra propia estructura mental pues quien quiere abarcar el absoluto debe saber ser relativo.

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