El estrés es una enfermedad de nuestros tiempos que cada día afecta a más personas. Aunque es algo inherente a todos los seres vivos, el ritmo de vida actual está afectando negativamente a la salud física, mental y espiritual de millones de individuos. Por fortuna, tenemos excelentes métodos para relajar cuerpo y alma, y uno de ellos es a través de los mandalas.
En la actualidad, cualquier adulto se tiene que preocupar de su trabajo, su familia, su economía, su falta de tiempo libre... la lista puede ser enorme. Todo ello genera un estrés desorbitado. Así pues, un mecanismo puntual de defensa de nuestro organismo se convierte en un estado de ánimo habitual. Vivimos estresados, y eso es horrible.
Como es lógico, vivir estresado provoca graves riesgos para nuestra salud. A nivel mental, por ejemplo, podría desembocar en depresiones. En lo referente a nuestro organismo, puede ayudar a desarrollar problemas cardiovasculares y de tipo nervioso. En cuanto al mundo espiritual, impide que desarrollemos todo nuestro potencial y perjudica la conjunción con creencias y nuestro propio yo.
Es evidente pensar que el estrés es un problema realmente grave que nos aqueja a los individuos de la sociedad actual. Ahora bien, ¿tiene solución? Obviamente si. Existen diversos métodos para desestresarnos, vivir más tranquilos y encontrar el sosiego y la calma que nos merecemos. Una de las fórmulas la encontramos a través de los mandalas. Conozcamos más sobre el caso.
Los mandalas son a simple vista objetos decorativos de bellas formas y colores. Sin embargo, realmente obedecen a mecanismos cuya función principal es la de relajar el cerebro humano buscando el equilibrio.
La palabra mandala es originaria del sánscrito. Su significado real es círculo sagrado. Por ello representa un círculo, que realmente es una instrumentalización de la vida en la cultura budista e hindú.
Los mandalas son místicos y están llenos de energía. Por eso sirven para combatir el estrés. De hecho, un ejercicio que muchos realizan es adquirirlos en blanco y negro para colorearlos y dejarse envolver por su encanto mágico, logrando con ello imbuirse de su misticismo y su saludable energía.
Como representaciones de la vida que son, los mandalas transmiten energía. Lógicamente, esto provoca grandes beneficios para el cuerpo, la mente y el espíritu humano.
Si miramos en la cultura tibetana, encontramos que estas manifestaciones son una búsqueda mística donde confluyen diversos mundos. Para este pueblo, es la conjunción de lo espiritual, lo natural, el amor y la propia curación.
Por ello, podemos establecer que un mandala tiene diversas finalidades. Entre las más importantes merece la pena destacar:
Para reponernos del estrés, así como de otras afecciones, el mandala tiene representatividad en colores diversos. Cada uno de ellos oculta una finalidad, un valor y un significado. Todos transmiten con sus tonalidades y atractivas formas energías y chakras, como vemos a continuación.
Puedes pensar que el rojo no es especialmente útil para reducir el estrés, pero es una creencia errónea. Nuestro cuerpo y nuestro mismo espíritu se acostumbran a nuestro ritmo de vida. No es fácil frenar, encontrar qué podemos cambiar de nosotros mismos y retomar hábitos saludables. Es necesario el valor y una gran fuerza de voluntad, pues estamos encaminando nuestras energías en una dirección diferente a la habitual.
Este color, como aliviador del estrés, es importante, pues hemos de ser ambiciosos para lograr nuestro proyecto, pero también optimistas. Tenemos un propósito, vivir más relajados, y hemos de conseguirlo.
El amarillo representa el tercer chakra. En este caso nos referimos a la inteligencia y la liberación personal.
Es evidente que saber que vivimos en estado de alto estrés requiere de inteligencia por dos motivos. Uno, para descubrirlo. Dos, saber cómo cambiarlo. En este camino, lograremos una liberación personal a todos los niveles, desde el espiritual hasta el físico.
El cuarto chakra se representa con el verde. Su significado es la curación, la esperanza y el equilibrio entre razón y amor.
Evidentemente, este es básico, ya que encontrar el equilibrio y la curación es nuestra misión real.
Seguimos con el azul que representa el quinto chakra. Este es un fiel reflejo de la calma, la paz la tolerancia.
Nuevamente encontramos una tonalidad básica para rebajar el estrés a través de los mandalas. Descubrir la paz y la calma para ser más felices, vitales y alegres es condición sine qua non.
El mandala índigo representa al sexto chakra. Este es indispensable para entablar una comunicación sincera con nuestro yo interior.
Lógicamente, de esta conversación con nuestro propio yo saldrá la necesidad de rebajar el estrés, los caminos a elegir y los problemas que debemos resolver para volver a una existencia equilibrada.
La imaginación es importante para idear nuevos caminos que rebajen nuestro estrés. Y gracias a su magia y espiritualidad, será un excelente reductor de situaciones anormales.
La amistad y el amor son necesarios para encontrar el equilibrio espiritual, personal y físico. Con ayuda de los seres queridos, todo es más sencillo en la vida.
Los mandalas ofrecen también diversas fórmulas para rebajar niveles de estrés poco adecuados. Ayudan a la concentración y la focalización, por ello los puedes usar:
Este mundo es muy extenso, interesante y místico. No solo es útil para las funciones descritas en este articulo, sino que pueden ayudarnos en diversos aspectos como por ejemplo ayudarnos a tener prosperidad economica. Sin duda, es una herramienta mágica capaz de generar toneladas de positivismo y bienestar.
Como puedes observar, a nivel emocional, coginitivo, espiritual, mental, físico... son excelentes canalizadores de energías positivas. Lucha contra el estrés y todo cuanto hay de negativo en tu vida y déjate llevar por el misticismo de estos maravillosos objetos que te ofrecen una existencia mucho más feliz y plena.
Este artículo ha sido escrito y publicado aqui por gentileza de la web www.hermandadblanca.org
