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Simbología de la fiesta de san Juan


En todas las culturas, tanto en la nuestra como en las ancestrales, las dos fiestas más importantes son la que corresponden al equinoccio de invierno (el día más corto, la noche más larga) y el equinoccio de verano (el día más largo, la noche más corta). La primera coincide en nuestra cultura con la Navidad, de la que ya se ha hablado, y ahora toca hablar un poco de la segunda que es este mes de Junio y en nuestra sociedad cristiana coincide con la festividad de San Juan Bautista.


Y ¿por qué precisamente a San Juan celebrarlo en una fecha tan especial? Pues por la importancia de su mensaje, que vamos a ver. De todos es sabido que San Juan Bautista fue “el precursor” de Jesucristo y de su mensaje, pero por sí mismo, en sus palabras, ya habían motivos para que se le preste atención. Veámoslas. El mensaje que más se ha asociado con San Juan son esas palabras que aparecen en el Evangelio de San Mateo 3,1-2 en que se nos dice (pongo en negrita propia la palabra importante):


1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.


La verdad es que eso de “arrepentíos” no se entiende pues uno se tiene que arrepentir de algo basado en una ley de referencia, ya sea esta moral o civil. Y si la ley anterior a Jesucristo era la tradicional hebrea, pues Juan Bautista fue el precursor, no había posibilidad de arrepentimiento. Vaya que pedir que se arrepintieran de haber transgredido la ley suponía que debían seguir la antigua ley, pues aún no había otra ¿Me explico?


De esta manera la palabra “arrepentíos” sería absurda. No se podía practicar el arrepentimiento de algo que aún no había llegado, que es el mensaje de J.C. Si se quiere dar a entender que no se han seguido las indicaciones de Jesucristo y de ello hay que arrepentirse eso no puede ser hasta que ese mensaje esté dado, y como San Juan era el precursor cuando él decía esto el mensaje cristico no existia, de manera que no se puede arrepentirse uno de algo que no existe ¿no?


Pero cuando no se ve el sentido de algo lo mejor es ir a la fuente y allá vemos que la palabra que se utiliza en el evangelio, en griego, es "metanoein", que significa literalmente "convertirse" o "cambiar"... Que no es lo mismo que "arrepentirse."


Debido a la importancia de este matiz, y para que no pareciera una interpretación personal, lo consulté con un doctor en teología quien me confirmó (he usado el copiar y pegar de su mensaje) este punto del significado de la palabra empleada.


Luego el mensaje que nos está diciendo Juan Bautista es que hemos de ¡¡¡ cambiar nuestra mentalidad !!!


Y en los tiempos que corren ahora se hace más necesario que nunca.


¿Hay algo que no te gusta en tu vida? Pues cambia de mentalidad, esa es la única solución. Quedarse aferrado en una forma de ver la vida, te guste o no lo actual, es absurdo y trae muchos problemas. Y esto que digo a nivel personal es extrapolable a nuestros dirigentes.


Se espera salir de la crisis, superar el paro, con la receta de hace 20 años: con crecimiento. Pero el momento actual ya no lo permite. Usted por mucho que le guste la tele, tendrá dos en su casa, tres o cuatro como mucho, pero nunca tendrá 20 televisiones por lo que producir más televisiones no es lo más adecuado para generar empleo. Repartir el trabajo, hacer que la jornada sea de seis horas (aunque eso suponga cobrar un 20 % menos) si lo sería. Impedir que las empresas con beneficios puedan echar a personal, también sería un camino. Pero darse cuenta de eso, aceptarlo y llevarlo a la práctica supone un cambio de mentalidad, que nuestros gobernantes no quieren afrontar por un juego de intereses, porque quien tiene quiere seguir teniendo y controlando todo.


Y puestos a cambiar de mentalidad ¿ha pensado que todo lo que tiene NO es para siempre?


Todos sabemos que nos vamos a morir pero todos vivimos como si eso no fuera a pasar nunca. En la época dorada de crecimiento en España la gente se compraba un piso con la idea de “así lo tengo para siempre” pero eso no es cierto, lo tendrá hasta que se muera y para tener eso que cree es para siempre se han hipotecado personas durante 40 años. ¿Por qué? Porque nadie considera en su vida su final.


¿Qué haría usted si le dijesen que se va a morir? Si dice que haría algo diferente a lo que está haciendo tiene un problema serio, pero aún está a tiempo de cambiarlo.


¿Viviría diferente si supiera que se va a morir dentro de un mes? ¿o de un año? ¿o de diez? Pues sea el que sea el intervalo de tiempo, en ese caso, está desperdiciando la vida, pues comparado con la eternidad no hay diferencia entre un año o diez años, lo que importa es la vida, su vida aquí, en su momento presente. Porque le aseguro, a costa de ser desagradable, que se va (y me voy yo por supuesto) a morir.


En esta fiesta tan importante es el momento de plantearse “¿en qué debo cambiar?” y el origen del cambio es la mentalidad, eso es lo que marca todo. Y hay que cambiar no para gustar al entorno, no para los demás, sino para ser mejor y estar mejor con uno mismo. Y claro, todo cambio precisa un cambio de mentalidad, un “metanoein” Eso fue lo que anunciaba Juan Bautista, un cambio de mentalidad para el mensaje Crístico que tenía que llegar, pero su mensaje es aplicable a nuestras vidas que si no son plenas nos exigen un “metanoein”


Por lo general hay dos tipos de celebraciones populares que se hacen por todo el mundo que simbolizan la “destrucción” y la “alegría” Entre las primeras estarían aquellas relacionadas con el fuego. En España se hacen hogueras donde se quema todo lo antiguo, pero en realidad lo que debe quemarse es la mentalidad antigua, es precisa esa destrucción de lo antiguo para que salga lo nuevo. Y luego claro, las ceremonias de alegría serían todas las que manifiestan contento por la nueva mentalidad que va a nacer en nosotros. Pero una cosa debe recordar: no es posible una sin la otra. No tiene sentido la alegría de los fuegos de artificio (fuegos) sin la hoguera que destruye lo que ya no vale.


De manera que en todas la hogueras que vea, imagine se están quemando, no muebles viejos, sino su mentalidad antigua que le tiene esclavizado y en cada petardo que oiga, o cohete que vea, imagine que está celebrando al firmamento la vida nueva con esa nueva mentalidad que va a nacer en usted.


Que cada hoguera que se encienda le recuerde todo lo que debe destruir de su antigua manera de pensar, que cada petardo que escuche le anime a tener fuerza para esos cambios en su vida que debe aplicar. Si no hace eso, la fiesta estará vacía y lo que es peor, será demostración que el que el vacío está en usted.


Ahora es el momento de cambiar de mentalidad y con ella vendrán todos los cambios que precisa su vida. Este es el mensaje que trajo San Juan Bautista, por eso es importante.


Pero esta fecha trae más cosas. Por motivos que escapan a la racionalidad es el momento, en el equinoccio de verano, para entrar en otros planos, en otras dimensiones, en otros reinos Y si está interesado usted en esas conexiones, por ejemplo con los elementales, ahora es el mejor momento para la conexión. El “cómo hacerlo” (véase el artículo sobre la consciencia de quien soy) de la misma manera que todos los “comos”, es “hijo de la mente” y esto de entrar en otras realidades escapa del control racional por lo que no hay un manual de instrucciones. Pero ello no supone no pueda realizarse.


Baste decir al respecto que en esta fecha la puerta dimensional está más accesible que nunca.


Como todos necesitamos hacer una “metanoie” en nuestras vidas, aprovechemos este San Juan que se acerca



Que la Fuerza le acompañe,


Juan Pedro.


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